jueves, 15 de diciembre de 2016

"Rogue One" star WARS con mayúscula.



"Rogue One" no deconstruye la formula pero avanza profundamente en madurez. Estamos frente a una película que no esconde sus tristezas, sus dolores.







Hace un año salí de ver “El despertar de la fuerza” demasiado emocionado. Luego con las horas me comencé a dar cuenta que había visto un remake hecho con elegancia y cariño.
Cuando se asignó a J.J. Abrams la dirección de "Episodio VII" muchos pensaron que él tendría el valor o la patudez (depende de que tan talentoso lo encuentren y el cariño q le tengan a J.J.) de dar un paso más, de deconstruir Star Wars como lo había hecho con Star Trek y darle un tono más maduro.

Finalmente eso no paso. J.J. no se atrevió. Hizo su película usando la formula al dedillo, no variando en casi nada y, aunque no hubo decepción, si quedo la sensación de que faltaba algo y algo importante.

Ese algo lo entrega Gareth Edwards en "Rogue One"



"Rogue One" no deconstruye la formula pero avanza profundamente en madurez. Estamos frente a una película que no esconde sus tristezas, sus dolores. Desde el minuto uno vemos que los rebeldes no son un grupo de elite despojados de sus privilegios (como lo que se podría pensar de los Jedi) si no que son poblaciones enteras aplastadas por una dictadura, donde los rebeldes toman desde posiciones pasivas a extremistas y asesinatos por la causa.

La misión puede ser suicida, pero que importa, lo que importa es la rebelión la esperanza. 

Desde ese punto de vista "Rogue One" es una película con la que uno puede sentir más empatía, porque aquí no hay súper poderes, la fuerza está presente, pero como un agente motivador, que te empuja y guía, algo medio religioso, incluso Budista,  pero que deja atrás esa onda media mágica (aunque para muchos religión y magia es lo mismo), y también deja de ser midi-chlorians

Aquí vemos al grupo de Rebeldes que tienen como líder a Cassian Andor (Diego Luna) un capitán rebelde que no tendrá miedo de matar si es necesario, quien Junto a Jyn Erso (Felicity Jones) deben encontrar a su padre Galen Erso (Mads Mikkelsen, como siempre magnifico, cuan desperdiciado esta en Dr. Strange) el ingeniero diseñador de la estrella de la muerte. Aunque el conflicto familiar no es tan marcado como en la trilogía original o en "EVII", algo de eso hay. Luego se unen a ellos un grupo de rebeldes, con los que finalmente llevan a cabo su misión.

Gareth Edwards se la juega y se enfoca más por Wars que por el Star y eso queda perfecto. "Rogue One" recoge mucho de la tradición del cine bélico y en algunas partes puede recordar a "Saving Private Ryan" o incluso a "Apoclipsy Now" debido al lugar donde se desarrolla la batalla del tercer acto. Un planeta donde abundan las playas y palmeras. También uno puede ver en el grupo de rebeldes una reminiscencia a "Los 7 magníficos" (la de 1960 eso sí) por ende a "Los 7 Samuráis". 

"Rogue One" tiene sus cameos, también toca nuestra nostalgia, pero nunca se siente forzado. Las actuaciones están todas muy bien. El descanso humorístico que todo buen filme necesita, aquí lo pone el Androide K-2SO (Alan Tudyk) pero no porque sea chistoso, sino porque pone una actitud diferente al resto, no es un payaso, para nada, entrega sarcasmo el que es más difícil y complejo de entender que solo ser chistoso.

Para ir terminando, porque es difícil hablar mucho más sin spoiler. Existen tres escenas de las que poco he leído o escuchado que me fascinaron y que demuestra todo el espíritu Rebelde y todo el corazón de la lucha. Dos de ellas son los monólogos o discursos que en determinados puntos entregan Galen Erso y luego frente a toda la Alianza su Hija Jyn. Me dieron ganas de abrazarlos, salir corriendo tomar mi blaster y salir a golpear fuerzas imperiales. Y la otra es la aparición de algo Rojo, dorado y azul (pura nostalgia)

Si ama Star Wars tiene que verla, si no conoce nada de Star Wars ( difícil) tiene que verla igual, porque esta no es buena película de Star Wars, es por si sola una buena película.



Que la fuerza este con ustedes, sean uno con la fuerza.